En las restauraciones en vehículos clásicos, ya sean parciales o completas, es de suma importancia la rigurosidad con la que se llevan a cabo.
Bentley es una de las marcas más prestigiosas del mundo del automóvil, con numeroso palmarés desde el período entre guerras en las competiciones de la época, como Le Mans, siempre ha tenido un espacio clave en la historia. La firma Británica, caracterizada por realizar creaciones de grandes capacidades dinámicas, siempre ha estado dentro del marco de las marcas de lujo del más alto nivel.
Hasta los años 80 siguieron batiendo records, como con la carrocería Mulsanne en sus versiones más potentes, Turbo, que llegó a ser la berlina más rápida hasta la fecha jamás construida. Después en los 90 llegaron los alemanes con su tecnología pero desde luego, la clase y la distinción a pesar de las fusiones la seguían manteniendo marcas británicas como Bentley, aunque ya, no lo fueran tanto a causa de las absorciones por parte de gigantes automovilísticos, que por otro lado, garantizaron la supervivencia de la misma.
Todo un acierto mantener la fábrica en el terreno al que pertenecen, evidentemente el que se gasta más de 200 mil Euros en un coche, quiere algo completamente real, y que cada una de sus partes pertenezca a la marca y origen que deben estar intrínsecas en eso, la marca.
Hoy por hoy la marca saca nuevos modelos cada vez más potentes pero en FVC – Classic & Sport Automotive, tenemos claro, que sin la historia, estas marcas no estarían donde están, y nosotros queremos seguir manteniéndolas al nivel que se merecen.
La inversión es una palabra que aterrizó hace ya muchos años en el mundo del automóvil, pero desde luego pocos pensaron, que alcanzarían los valores que están llegando a alcanzar algunos modelos, de determinadas marcas…
Bentley´s como el de la imagen, que en FVC conocemos bien, desde hace muchos años, son nuestra especialidad, puesta a punto, mantenimiento, posibles reparaciones, cambios y mejoras.
Mantener un vehículo de estas características listo para un Show, es la ÚNICA manera, de manetener la inversión en nuestros vehículos, a ninguno nos gusta que nos saquen pegas a nuestros coches, y sobretodo seamos sinceros, en 40, 50 o 60 años, o incluso más, después de diferentes manos y con costumbres de antes como era la de cambiar de color a los vehículos, no respetar las líneas y no dar la rigurosidad al trabajo que podemos llegar a dar hoy, desde luego, no hay pátina que mantener.
¿Alguien ha visto asistir a Concurs of Elegance, a Pebble Beach o a Villa d´Este algún coche que no esté de concurso o como segunda opción debidamente documentado y comprobado que de verdad sea una preservación real?
Estas son las dos líneas y las excepciones que no están restaurados de concurso, y que cumplen con los requisitos, son mínimas.
Ahora se sabe que a partir de determinado nivel, merece la pena restaurar, y dejarlos perfectos, porque desde luego antes las cosas no valían, lo que valen ahora. También nos alegramos de que el usar los coches, moverlos, llevarlos y sobretodo compartirlos es algo que se valora positivamente, que salvo piezas de museo y de excepcional manufactura que sean prácticamente prototipos, se puedan ver a Gentleman Drivers surcando las carreteras de hoy en día.
